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Ernesto Bustos Garrido rescata este fragmento de la novela El trueno dorado de Ramón del Valle-Inclán (Bruguera, 1981), publicada póstumamente, que nos sirve para conocer (o recordar) el gran estilo literario de su autor.
Una noche del trueno madrileño
Ramón del Valle-Inclán
(fragmento)
La Taurina, de Pepe Garabato, fue famosa en los tiempos isabelinos. Era un colmado de estilo andaluz, donde nunca faltaban niñas, guitarras y cante. Aquella noche reunía a lo más florido del trueno madrileño. El barón de Bonifaz, GonzalónTorre-Mellada, Perico el Maño y otros perdis llegaban en tropel, después de un escándalo en Los Bufos (1). Venían huyendo de los guardias, y con alborozada rechifla, estrujándose por la escalera, se acogieron a un reservado de cortinillas verdes: Batiendo palmas pidieron manzanilla a un chaval con jubón y mandil. Entraron dos niñas ceceosas, y a la cola, con guitarra al brazo, Paco el Feo.