
OBSOLESCENCIA
Roberto Araya Gallegos
(microrrelatos)
Terminaba de escribir la primera línea percatándose recién de que no tenía lápiz.
“Entonces debo suprimirla”, fue su pensamiento.
Concluía de hacerlo cuando sus ojos repararon en que no contaba con goma de borrar.
–Si es así, romperé la hoja – murmuró.
Consumado tal acto, ya pudo percibir que nunca hubo aquella.
–Es excesivo –comentó para sí mismo–. Quizá sea mejor ahora que salga de paseo.