Historia corta de Sherwood Anderson: Nadie lo sabe
George Willard fue avanzando en la oscuridad por la callejuela, caminando con cuidado y precaución. Las puertas traseras de las tiendas de Winesburg estaban abiertas y pudo ver a muchas personas sentadas a la luz de las lámparas. En el tienda Myerbaum’s Notion vio a la señora de Willy, el dueño de la taberna, de pie junto al mostrador, con una cesta en el brazo; la atendía un empleado que se llamaba Sid Green. Éste le hablaba con gran interés, inclinaba el cuerpo sobre el mostrador sin dejar de hablar.