El tiempo espera siempre en el interior de un bar (José Luis Ibáñez Salas)
A media luz, el bar es como el purgatorio de un cuento escrito por algún escritor intenso. El hombre ha entrado en el servicio de caballeros. Lope mira la tele apagada mientras se pone la chaqueta marrón de los días de primavera asiática, como él los llama. La puerta de los lavabos se abre y el visitante tardío comienza a declamar unos versos.